Llevo bastante tiempo jugando con el programa informático Fritz: desde el año
2001 si no me equivoco. Creo que alguien me enseñó el Fritz 3 y poco después fui
disponiendo de las sucesivas mejoras: el Fritz 5.32, el 7, el 8, el 9, etc. De
hecho, creo que antes de ello, me tenía que conformar con el ChessMaster 2100
pues era el único compatible con el MacIntosh que tenía por entonces. Nadie
puede contar las horas que he metido jugando contra los diferentes programas, en
sus distintos ritmos y niveles. Leía lo que se decía a la hora de jugar contra
los ordenadores, sin que por cierto me sirviera de mucho (el libro de Al
Lawrence y Lev Alburt, Cómo jugar contra las computadoras de ajedrez, Barcelona,
Editorial Paidotribo, trad. de A. Gude, 2001, es francamente malo además de
estar obsoleto; el de Daniel King sobre el match entre Kasparov y Deep Blue es
bastante más interesante, también en la editorial Paidotribo; hay que mencionar
asimismo el de Pachman y Kühnmund, Ajedrez y computadoras, Barcelona, Edt.
Martínez Roca, 1982, a pesar de su edad, sigue siendo imprescindible para
hacerse una idea general del estado de la cuestión): que si había que enrocarse
en el lado contrario al del programa para provocar el llamado efecto horizonte,
que si había que evitar las complicaciones tácticas, que si había que cerrar la
posición, que si jugaban mal los finales, etc. Como soy bastante aplicado y
hasta presumía para mis adentros que podía llegar a jugar bien algún día, seguía
tales recomendaciones... y perdía una y otra vez. De hecho, sigo perdiendo una y
otra vez pero en el camino le he perdido todo respeto ajedrecístico a la
maquinita. Es una verdadera imbécil y me asombra que los grandes maestros se
atrevan a perder con ellas. Sospecho que hay más de un interés económico para
tales derrotas (sospecha que he visto que comparte más de uno). Intentaré
justificar en lo que sigue estas tesis. Para convencer al amable lector,
relataré con la mayor exactitud posible cómo consigo ganar al programa. Dado que
mi nivel ajedrecístico es bastante bajo (en este momento 1967 de Elo FEDA) estoy
seguro de que jugadores con 200 o 300 puntos de Elo más no tendrán especiales
dificultades para convertir ventajas que a mí no obstante se me escapan. Un
aviso antes de empezar. Quizá alguno sospeche que mi ordenador es viejo o que le
falta un tornillo, que está mal instalado el programa o que sencillamente
funciona mal. Como en algún momento a mí también se me ocurrió tal cosa, he de
decir que he probado mi método en diferentes ordenadores a lo largo de estos
años. Es cierto que la potencia del ordenador influye pero mucho menos de lo que
cabría suponer. De hecho, confío en que tras la lectura de este escrito los
lectores me comuniquen sus experiencias al respecto. Estoy seguro de que serán
legión los que obtengan resultados parecidos. Por otro lado, tampoco veo tanta
diferencia entre los diferentes Fritz. Otra cosa, aunque a veces me he ayudado
de libros para seguir determinada variante con objeto de memorizarla, muchas
otras la victoria o las tablas se han dado en líneas que desconocía por
completo, jugando sencillamente siguiendo la inspiración del momento. Por otro
lado, el repertorio de victorias se ha dado en variantes y aperturas
dudosísimas: diferentes gambitos no especialmente fuertes, como el
Blackmaar-Diemer o el letón, incluso el Evans, o la apertura Bird o el sistema
Colle, aunque también lo he conseguido con líneas fuertes. De hecho, la apertura
da un poco igual, prácticamente cualquier cosa vale para ganar a esa lata de
sardinas.
Ayer mismo pasó lo siguiente. Me senté ante el ordenador y puse la opción de
partida evaluada, donde juega al máximo nivel, y no hay indicación ninguna sobre
la evaluación de la partida. Me puse un tiempo de 3 minutos por jugador. Me dió
por jugar una Bird (A 03), que hace tiempo que he dejado de lado. Así las cosas
1.f4, d5 2.Cf3, Af5 (esta jugada es perfectamente posible, aunque un humano
intentará desarrollar antes sus caballos) 3.e3, e6 4.b3 (uno de los problemas de
la Bird es que es muy predecible, dado que el alfil de casillas negras no tiene
muchas opciones),Df6 N(según mi base de datos, la novedad. Si esta jugada me la
hace un niño en clase, le castigo con leerse el libro de Maizelis en ruso)
5.Cc3, Cc6 (otra jugada que no parece muy allá) 6.Ab5 (esto es mejor que la
natural 6.Ab2 porque a Fritz le pueden entrar ganas de saltar a b4), Cge7 7.Ab2,
0-0-0 (así que quería enrocarse a lo largo) 8.a4 (dado que no hay demasiada
fricción en el centro, me puedo permitir esta demostración de flanco, además
controlo e5, que es el objetivo estratégico de la Bird),a6 (pidiéndome
explicaciones de inmediato) 9.0-0 (pues se las doy, y sacrifico un alfil
limpiamente con tal de hacerme con la columna),axAb5 (y el tonto este se lo
come) 10.axb5, Cb8 11.Ta8,d4 (¡vaya!, si parece que sabe hasta jugar; resulta
que reacciona en el centro y parece que me entrega una calidad a cambio de un
peón. Un humano diría que lo hace para evitar que e5 sea patrimonio blanco)
12.Cxd4, TxCd4 13.exTd4, Dxd4+ 14.Rh1 (esta secuencia quizá no sea tan forzada
como parece pues tal vez hubiera podido hacer 12.Da1, sin renunciar a e5, pero
lo que me interesa aquí es más bien relatar el procedimiento seguido), Cd5
15.Da1 (amenazando entrar en a7), Ac5 ( lo mejor, pues tanto 15...Axc2?? como
15...Cxf4?? son malas, cosa que sé ahora, no durante la partida, claro está)
16.Ca4 (aquí ya me veía ganando),Dxd2 17.CxAc5 (pues me como el alfil y santas
pascuas),Ce3 (y ahora va y me amenaza mate: ¡qué ajedrez más superficial!)
18.Tg1, Ah3 (pero esto ya me hizo tragarme mis palabras. De hecho ya empezaba a
lamentarme después de las buenas sensaciones que había tenido durante la
brevísima partida) 19.TxCb8+ (resignándome), RxTb8 20.Cd7+ (intentando desviar
la dama, a ver si cuela, no olvidemos que son tres minutos. Por cierto, si
20...DxCd7 21.Ad4 parece fuerte, aunque esa no hubiera sido mi primera
intención), Rc8 (pues no. ¿A ver si va a resultar que puedo cubrir el mate desde
b7? Emocionado por mi descubrimiento me precipito y hago la floja 21.Da8??+,
RxCd7 22.Dxb7, Cd1 23.Dc6+ (confiando en un continuo que no llega), Rd8 24.Da8+,
Re7 25.Aa3+, Rf6 (comprobando que se me ha escapado el rey, me rindo).
Pues bien, hasta aquí una partida como muchas otras. Pero ahora viene lo más
interesante. Una vez guardada la partida, se puede repasar con el propio
ordenador, para ver dónde uno se ha equivocado, etc. La sensación que tenía es
que mi sacrificio de alfil había sido bonito pero especulativo. Me puse a
comprobarlo y en el momento en que lo hago descubro estupefacto que el propio
Fritz lo justiprecia siguiendo la siguiente secuencia: de ventaja negra a
igualdad y finalmente ventaja blanca:sólo hay que esperarse unos segundos (a
veces son minutos, no obstante) y no pasar de jugada a jugada en un santiamén,
pues pueden ocultarse pequeñas joyas si nos apresuramos. Este indicio es
suficiente para mí para seguir confiando en el sacrificio de alfil y retar otra
vez al monstruo de silicio a una nueva partida. Me rindo inmediatamente con
negras y ya puedo volver otra vez a la Bird en partida evaluada y en las mismas
condiciones. Como es sabido, el ordenador tiene pulsión de repetición y tiende a
repetir las variantes. Sin embargo en ocasiones una especie de sexto sentido le
avisa y se aparta con una subvariante dentro de la variante que se había jugado
anteriormente. Lo unico que hay que hacer es registrarla y repetir el
procedimiento, viendo el lugar donde nos hemos equivocado. De esta manera, uno
puede echarse veinte o treinta partidas jugando variantes y subvariantes (muchas
veces la ventaja es decisiva pero la desperdiciamos). Paciencia: es el trabajo
de Sísifo. Por lo general, mientras no ganemos seguirá repitiéndola. De este
modo, profundizaremos en el conocimiento de lo que estamos jugando y llegará el
momento en que descubramos (con la propia ayuda del ordenador) la forma de ganar
o empatar. Esto es de hecho lo que me pasó a mi poco después. Tras estar
aporreando las teclas durante un buen rato apareció la variante que había jugado
por primera vez. En ese momento ya había descubierto que en vez de 21.Da8 había
que jugar 21.Cxb6+, a lo que sigue 21...cxCb6 y ahora ya sí 22.Da8+, Rd7
23.Dxb7, Re8 24.gxh3, Cd1 y ya tengo el continuo.
En fin tengo docenas de partidas ganadas o entabladas de esta manera (quien
esté interesado sólo tiene que decírmelo). Quizá a alguno le parezca un método
fraudulento (más fraudulento me parece desde luego que mi Fritz tenga más de dos
millones de partidas en su base de datos), pero yo desde luego me divierto
mucho. Como colofón hay que decir que ninguna máquina es capaz de superar el
test de Turing, de ahí que hemos de aprovecharnos de aquello que nos hace
inteligentes, es decir, ser capaz de aprender de nuestros errores. Eso es lo que
esas latas no hacen.
Francisco J. Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario