jueves, 21 de marzo de 2013

Cómo jugar contra Fritz

Llevo bastante tiempo jugando con el programa informático Fritz: desde el año 2001 si no me equivoco. Creo que alguien me enseñó el Fritz 3 y poco después fui disponiendo de las sucesivas mejoras: el Fritz 5.32, el 7, el 8, el 9, etc. De hecho, creo que antes de ello, me tenía que conformar con el ChessMaster 2100 pues era el único compatible con el MacIntosh que tenía por entonces. Nadie puede contar las horas que he metido jugando contra los diferentes programas, en sus distintos ritmos y niveles. Leía lo que se decía a la hora de jugar contra los ordenadores, sin que por cierto me sirviera de mucho (el libro de Al Lawrence y Lev Alburt, Cómo jugar contra las computadoras de ajedrez, Barcelona, Editorial Paidotribo, trad. de A. Gude, 2001, es francamente malo además de estar obsoleto; el de Daniel King sobre el match entre Kasparov y Deep Blue es bastante más interesante, también en la editorial Paidotribo; hay que mencionar asimismo el de Pachman y Kühnmund, Ajedrez y computadoras, Barcelona, Edt. Martínez Roca, 1982, a pesar de su edad, sigue siendo imprescindible para hacerse una idea general del estado de la cuestión): que si había que enrocarse en el lado contrario al del programa para provocar el llamado efecto horizonte, que si había que evitar las complicaciones tácticas, que si había que cerrar la posición, que si jugaban mal los finales, etc. Como soy bastante aplicado y hasta presumía para mis adentros que podía llegar a jugar bien algún día, seguía tales recomendaciones... y perdía una y otra vez. De hecho, sigo perdiendo una y otra vez pero en el camino le he perdido todo respeto ajedrecístico a la maquinita. Es una verdadera imbécil y me asombra que los grandes maestros se atrevan a perder con ellas. Sospecho que hay más de un interés económico para tales derrotas (sospecha que he visto que comparte más de uno). Intentaré justificar en lo que sigue estas tesis. Para convencer al amable lector, relataré con la mayor exactitud posible cómo consigo ganar al programa. Dado que mi nivel ajedrecístico es bastante bajo (en este momento 1967 de Elo FEDA) estoy seguro de que jugadores con 200 o 300 puntos de Elo más no tendrán especiales dificultades para convertir ventajas que a mí no obstante se me escapan. Un aviso antes de empezar. Quizá alguno sospeche que mi ordenador es viejo o que le falta un tornillo, que está mal instalado el programa o que sencillamente funciona mal. Como en algún momento a mí también se me ocurrió tal cosa, he de decir que he probado mi método en diferentes ordenadores a lo largo de estos años. Es cierto que la potencia del ordenador influye pero mucho menos de lo que cabría suponer. De hecho, confío en que tras la lectura de este escrito los lectores me comuniquen sus experiencias al respecto. Estoy seguro de que serán legión los que obtengan resultados parecidos. Por otro lado, tampoco veo tanta diferencia entre los diferentes Fritz. Otra cosa, aunque a veces me he ayudado de libros para seguir determinada variante con objeto de memorizarla, muchas otras la victoria o las tablas se han dado en líneas que desconocía por completo, jugando sencillamente siguiendo la inspiración del momento. Por otro lado, el repertorio de victorias se ha dado en variantes y aperturas dudosísimas: diferentes gambitos no especialmente fuertes, como el Blackmaar-Diemer o el letón, incluso el Evans, o la apertura Bird o el sistema Colle, aunque también lo he conseguido con líneas fuertes. De hecho, la apertura da un poco igual, prácticamente cualquier cosa vale para ganar a esa lata de sardinas.
Ayer mismo pasó lo siguiente. Me senté ante el ordenador y puse la opción de partida evaluada, donde juega al máximo nivel, y no hay indicación ninguna sobre la evaluación de la partida. Me puse un tiempo de 3 minutos por jugador. Me dió por jugar una Bird (A 03), que hace tiempo que he dejado de lado. Así las cosas 1.f4, d5 2.Cf3, Af5 (esta jugada es perfectamente posible, aunque un humano intentará desarrollar antes sus caballos) 3.e3, e6 4.b3 (uno de los problemas de la Bird es que es muy predecible, dado que el alfil de casillas negras no tiene muchas opciones),Df6 N(según mi base de datos, la novedad. Si esta jugada me la hace un niño en clase, le castigo con leerse el libro de Maizelis en ruso) 5.Cc3, Cc6 (otra jugada que no parece muy allá) 6.Ab5 (esto es mejor que la natural 6.Ab2 porque a Fritz le pueden entrar ganas de saltar a b4), Cge7 7.Ab2, 0-0-0 (así que quería enrocarse a lo largo) 8.a4 (dado que no hay demasiada fricción en el centro, me puedo permitir esta demostración de flanco, además controlo e5, que es el objetivo estratégico de la Bird),a6 (pidiéndome explicaciones de inmediato) 9.0-0 (pues se las doy, y sacrifico un alfil limpiamente con tal de hacerme con la columna),axAb5 (y el tonto este se lo come) 10.axb5, Cb8 11.Ta8,d4 (¡vaya!, si parece que sabe hasta jugar; resulta que reacciona en el centro y parece que me entrega una calidad a cambio de un peón. Un humano diría que lo hace para evitar que e5 sea patrimonio blanco) 12.Cxd4, TxCd4 13.exTd4, Dxd4+ 14.Rh1 (esta secuencia quizá no sea tan forzada como parece pues tal vez hubiera podido hacer 12.Da1, sin renunciar a e5, pero lo que me interesa aquí es más bien relatar el procedimiento seguido), Cd5 15.Da1 (amenazando entrar en a7), Ac5 ( lo mejor, pues tanto 15...Axc2?? como 15...Cxf4?? son malas, cosa que sé ahora, no durante la partida, claro está) 16.Ca4 (aquí ya me veía ganando),Dxd2 17.CxAc5 (pues me como el alfil y santas pascuas),Ce3 (y ahora va y me amenaza mate: ¡qué ajedrez más superficial!) 18.Tg1, Ah3 (pero esto ya me hizo tragarme mis palabras. De hecho ya empezaba a lamentarme después de las buenas sensaciones que había tenido durante la brevísima partida) 19.TxCb8+ (resignándome), RxTb8 20.Cd7+ (intentando desviar la dama, a ver si cuela, no olvidemos que son tres minutos. Por cierto, si 20...DxCd7 21.Ad4 parece fuerte, aunque esa no hubiera sido mi primera intención), Rc8 (pues no. ¿A ver si va a resultar que puedo cubrir el mate desde b7? Emocionado por mi descubrimiento me precipito y hago la floja 21.Da8??+, RxCd7 22.Dxb7, Cd1 23.Dc6+ (confiando en un continuo que no llega), Rd8 24.Da8+, Re7 25.Aa3+, Rf6 (comprobando que se me ha escapado el rey, me rindo).
Pues bien, hasta aquí una partida como muchas otras. Pero ahora viene lo más interesante. Una vez guardada la partida, se puede repasar con el propio ordenador, para ver dónde uno se ha equivocado, etc. La sensación que tenía es que mi sacrificio de alfil había sido bonito pero especulativo. Me puse a comprobarlo y en el momento en que lo hago descubro estupefacto que el propio Fritz lo justiprecia siguiendo la siguiente secuencia: de ventaja negra a igualdad y finalmente ventaja blanca:sólo hay que esperarse unos segundos (a veces son minutos, no obstante) y no pasar de jugada a jugada en un santiamén, pues pueden ocultarse pequeñas joyas si nos apresuramos. Este indicio es suficiente para mí para seguir confiando en el sacrificio de alfil y retar otra vez al monstruo de silicio a una nueva partida. Me rindo inmediatamente con negras y ya puedo volver otra vez a la Bird en partida evaluada y en las mismas condiciones. Como es sabido, el ordenador tiene pulsión de repetición y tiende a repetir las variantes. Sin embargo en ocasiones una especie de sexto sentido le avisa y se aparta con una subvariante dentro de la variante que se había jugado anteriormente. Lo unico que hay que hacer es registrarla y repetir el procedimiento, viendo el lugar donde nos hemos equivocado. De esta manera, uno puede echarse veinte o treinta partidas jugando variantes y subvariantes (muchas veces la ventaja es decisiva pero la desperdiciamos). Paciencia: es el trabajo de Sísifo. Por lo general, mientras no ganemos seguirá repitiéndola. De este modo, profundizaremos en el conocimiento de lo que estamos jugando y llegará el momento en que descubramos (con la propia ayuda del ordenador) la forma de ganar o empatar. Esto es de hecho lo que me pasó a mi poco después. Tras estar aporreando las teclas durante un buen rato apareció la variante que había jugado por primera vez. En ese momento ya había descubierto que en vez de 21.Da8 había que jugar 21.Cxb6+, a lo que sigue 21...cxCb6 y ahora ya sí 22.Da8+, Rd7 23.Dxb7, Re8 24.gxh3, Cd1 y ya tengo el continuo.
En fin tengo docenas de partidas ganadas o entabladas de esta manera (quien esté interesado sólo tiene que decírmelo). Quizá a alguno le parezca un método fraudulento (más fraudulento me parece desde luego que mi Fritz tenga más de dos millones de partidas en su base de datos), pero yo desde luego me divierto mucho. Como colofón hay que decir que ninguna máquina es capaz de superar el test de Turing, de ahí que hemos de aprovecharnos de aquello que nos hace inteligentes, es decir, ser capaz de aprender de nuestros errores. Eso es lo que esas latas no hacen.

Francisco J. Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario