viernes, 22 de marzo de 2013

Historia de una idea ajedrecística con tres personajes a la búsqueda de un autor

El 27 de junio del 2002 jugué con Miguel Pérez Flores una partida de ajedrez en la que éste, con blancas, sacrificó un caballo en la casilla e6. Aunque conseguí ganar a duras penas aquella partida, la idea ensayada me pareció sumamente interesante y no olvidé ya nunca la posibilidad abierta por mi amigo en aquella ocasión. Para los curiosos reproduzco la posición en que se produjo la mencionada jugada.
1. e4-c5 / 2. Cf3-d6 / 3. d4-cxd4 / 4. Cxd4-a6 / 5. Ac4-Cf6 / 6. Cc3-e6 / 7. Ag5-Ae7 / 8. O-O-Cbd7 / 9. Cxe6 (como el avisado lector sabrá, se trata de una defensa siciliana, el llamado ataque Sozin: en el Código de aperturas de la Enciclopedia Yugoeslava está clasificada con los dígitos B86).

Durante ese mismo verano, pero ésta vez llevando las blancas, tuve ocasión de emplear con éxito una variante de la idea recién referida en un torneo de partidas rápidas en Palma de Mallorca. Pues bien, llegó septiembre y también la hora de encontrarse con otro amigo de Marmolejo, en este caso Antonio Robles, al que sólo vemos de vez en cuando, para desdicha del ajedrez culipardo. Amante como es de la variante Najdorf no hubo que esperar mucho para que la posición se aproximara a mis intereses sacrificiales. En efecto, el 4 de septiembre del 2002 jugamos la siguiente partida, en este caso, llevando yo las blancas:
B90 Defensa siciliana, variante Najdorf (desviaciones en la sexta jugada de las blancas)
1. e4-c5 / 2. Cf3-d6 / 3. d4-cxd4 / 4. Cxd4-Cf6 / 5. Cc3-a6 / 6. Ac4-Dc7 / 7. Ab3-e6 / 8. Ae3-Ae7 / 9. Dd2-Cbd7 / 10. Axe6
El bueno de Antonio consiguió ganarme mediante el recurso de hacerme entrar en cambios generalizados que hicieran sentir en un final mi pieza de menos. Estudié la partida y deduje que el sacrificio se sostenía solamente si conseguía a continuación evitar las simplificaciones de material, la verdad es que esa fue la conclusión general que saqué, sin dar el paso de justificarlo con variantes concretas, dada mi indómita pereza.
No obstante, algo debía de rebullirme por aquí dentro cuando compruebo, en mi cuaderno ajedrecístico de por aquel tiempo, que en una de mis primeras partidas con mi compañero en el I.E.S. Vírgen de la Cabeza de Marmolejo, Manuel Díaz Carrillo, provoco insensatamente a mi amigo durante varias jugadas para que efectúe el consabido sacrificio en e6 (el cual, por cierto, en esa misma posición, ya se había efectuado en las partidas Srebrnic-Guidarelli, Bled, 2002, con victoria blanca y en Milu-Vajda, Bucarest, 1999, con tablas). El ajedrez cauto de éste le lleva en ocasiones a obviar continuaciones favorables, pero poco claras, sólo por su hiperdesarrollado sentido de lo intempestivo. En efecto, el 11 de noviembre del 2002 jugamos la apertura del siguiente modo:
B50: 2…d6 (Miscelánea)
1. e4-c5 / 2. Cf3-d6 / 3. Cc3-a6 / 4. Ac4-e6 / 5. 0-0-Cf6 / 6. d4-cxd4 / 7.Cxd4-Dc7 / 8. Ab3-Cbd7 / 9. Te1-b5 / 10.Ag5-Ae7 / 11.a3-Ab7 / 12.Dd2-0-0 / 13.Te2-Cc5
En fin, en estás estábamos cuando, a principios del año 2004, tuve oportunidad de volver a jugar con Antonio Robles. Nos pusimos un control de tiempo de 20 minutos por jugador, como para darle al acontecimiento ese empaque del que carecen los jugadores de café que a fin de cuentas somos. Lo cierto es que yo no había pensado en repetir el experimento, pero, de alguna forma, Antonio me obligó a ello; se conoce que aquel sacrificio de hacía dos años le había intrigado lo suficiente como para exponerse a una segunda parte. En esta ocasión, las cosas marcharon de otro modo.
Pero antes de dar la partida, quizá sea conveniente decir que el sacrificio en e6 es en realidad un cambio: el de una pieza menor por tres peones. Dentro del sistema de equivalencias generalmente admitido, cambio perfectamente tolerable desde prácticamente cualquier punto de vista. En segundo lugar, habría que decir que el “cambio” en e6 viene dado por la jugada Cbd7, es decir, que las negras provocan tal jugada. De hecho, si se repasa la literatura ajedrecística sobre este particular, no parece que las negras se atrevan sistemáticamente a tal autobloqueo de la acción del alfil de c8 antes de enrocarse. En general, lo evitan, probablemente con buen criterio. En este sentido, el infatigable Antonio Robles ha descubierto una partida entre Stein y Chistianov, del Campeonato por Equipos de la U.R.S.S. de 1960, en que ocurrió algo parecido en e6.
Pues bien, nuestra partida se desarrolló de la siguiente manera.
B 95 (Defensa siciliana, variante Najdorf 6.Ag5-e6, inusuales movimientos blancos en la séptima jugada)
1. e4-c5 / 2. Cf3-d6 / 3. Cc3 (esto indica que yo no pretendía una segunda parte, sino una partida más lenta y posicional)-Cf6 / 4. d4-cxd4 / 5. Cxd4-a6 / 6. Ag5- e6 / 7. Ac4 (esta jugada no es la más habitual; se prefiere normalmente 7. f4)-Ae7 / 8.O-O-Dc7 (en la base de datos del Fritz8, programa informático con que me ayudo en los análisis, esta jugada figura como novedad)/ 9. Ab3 (profilaxis)- Cbd7 !?N (pero al bueno de Antonio le interesaba seguir profundizando en la idea; de hecho, esto es una novedad, parece que se prefiere 9…b5 o 9…Cc6) / 10. Axe6!? (ya estamos aquí otra vez, a la segunda irá la vencida)-fxe6 / 11. Cxe6 (atrapando al rey en el centro)- Dc4 (repitiendo el movimiento de dama de dos atrás, pero ahora las cosas son un poco distintas) / 12. Cxg7+-Rf7 / 13. Cf5 (ejerciendo una notable presión sobre el peón aislado)-De6 / 14. Te1- b5? (esta jugada no parece la mejor, Fritz 8 recomienda 14…Af8, con ligera ventaja blanca) / 15. Cd5- CxCd5 / 16. exCd5- DxCf5 / 17. Dh5+ (en aquel momento, me pareció una buena jugada, pero en verdad está a punto de estropear la notable partida de las blancas; está claro por otra parte que 17. AxAe7- Ab7 concede una pequeña ventaja a las negras; lo correcto sin embargo era 17. TxAe7+-Rg6 / 18. Te6+-Rg7(si 18…RxAg5, hay mate en 7 jugadas, cosa que por cierto veo ahora pero no vi entonces)/ 19.f4 con ventaja decisiva blanca)-Dg6 / 18. TxAe7-Rf8?? (la casilla equivocada, era mejor 18….Rg8 / 19. Te8+-Cf8 / 20. DxDg6+-hxDg6, y las blancas sólo tienen una ligera ventaja, aunque no deja ser curioso que las piezas negras se hallen recluidas en su octava fila) / 19. Df3+-Rg8 / 20. Ah6!!, rindiéndose las negras. La variante que lo justifica podría ser ésta: 20….Cf6 / 21. Dg3 con ventaja decisiva blanca.

Francisco J. Fernández

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