viernes, 30 de agosto de 2013

Problemas de Ajedrez: Bernhard Horwitz, 1851

Blancas juegan y ganan. Bernhard Horwitz, 1851

Blancas juegan y ganan.

  En la posición del diagrama se muestra un final compuesto por Bernhard Horwitz en 1851. Las negras cuentan con una importante ventaja de material pero la incomoda posición de su Rey es suficiente para que el blanco pueda ganar.

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lunes, 26 de agosto de 2013

Problemas de Ajedrez: Louis De la Bourdonnais, 1837

Labourdonnais, 1837
Blancas juegan y ganan. Labourdonnais, 1837

Blancas juegan y ganan.

  La posición del diagrama corresponde a un estudio de Louis De la Bourdonnais de 1837. Las blancas, a quienes les corresponde jugar, poseen una clara ventaja de material, pero dada la amenazadora posición de los peones negros parece que tendrán que conformarse con las tablas por jaque continuo.
 
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viernes, 23 de agosto de 2013

Sacrificios sabioteados

           
Para Juan Carlos Castro (Júcar)
 
             Durante el III Open de Sabiote (agosto 2013) entablé dos partidas con blancas por jaque continuo. Llegué al mismo tras fracasar en sendos ataques que se iniciaban con un sacrificio. En un caso, Torre por caballo y en el otro Torre por dos peones. Pero en ambos me vi superado por la abismal complejidad del ajedrez. De hecho, jugué mal en el primero y menos mal en el segundo, consecuencia quizá necesaria de que mi pobre Elo Fide es de 1901 en estos momentos. En cualquier caso, obtuve la recompensa de las tablas. Fortuna iuvat audaces!
            Expondré a continuación esos dos momentos eliminando casi cualquier comentario en torno a las aperturas elegidas y el camino que me llevó hasta esos lugares en que quiero detenerme. En cierto sentido, quiero explicarme a mí mismo qué me llevó a iniciar esas comprometidas secuencias al margen de consideraciones de tipo psicológico o competitivo, aunque las hubiera, como es lógico. Es decir, quiero explicarme qué había en la posición para decidirme a sacrificar de tal manera. Una última consideración: creo que ambos sacrificios caerían bajo el concepto de sacrificios verdaderos, que defendía Spielmann en un libro ya clásico. Verdaderos porque se oponen a simulados, siendo estos últimos los que hablan de oídas llaman correctos.
            En la partida de la ronda tercera, mi rival era el joven Alejandro Picazo González (1987 Fide). En efecto:
            1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.d4 exd4 4.Ac4 Cf6 5.0–0 Cxe4 6.Te1 d5 7.Axd5 Dxd5 8.Cc3 Da5 9.Cxe4 Ae6 10.Ceg5 0–0–0 11.Cxe6 fxe6 12.Txe6 Ad6 13.Ag5 Tdf8 14.Ah4 Dh5 15.Ag3 Axg3 16.hxg3 Td8 17.Dd3 17.Dd5 18.Tae1 Dxa2 19.Df5 Rb8 20.b3 g6 21.Df6 a6, llegándose a la posición del diagrama.
 
Posición después de 21..., a6
               Lo primero que hay que decir es que la posición es de ligera ventaja blanca. A la misma se ha llegado tras sacrificar el peón de a2 con objeto de alejar la dama de las casillas que me interesaban, maniobra especulativa que en este momento no comento, pero que indica que la posibilidad de sacrificar la torre por el caballo estaba exigiendo existir, como diría Leibniz, haciendo sentir sus efectos incluso antes de darse efectivamente. En cuanto a la valoración de la posición, varios son los elementos de la misma. Las blancas controlan la columna e, el caballo y la dama blancos atacan el peón negro de d4, la dama blanca está situada además en la gran diagonal negra, amenazando de paso a las dos torres negras, que dependen la una de la otra. Desde el punto de vista material, las blancas pueden cambiar su torre por caballo y uno o dos peones, es decir, sin pérdida significativa. Ahora bien, ello no es suficiente para emprender el sacrificio, pues en un posible final no sería ventaja suficiente para igualar. Debe haber, por tanto, otras cosas en la posición que animen al mismo. Las ideas que me rondaban pasaban por hacerme asimismo con el peón de a6, una vez hecha Ta1, que amenaza la torpe dama negra. La segunda idea, probablemente incompatible con la primera, tenía que ver con el doble de caballo en c6. Creo que mentiría si dijera que consideré algo más. Más abstractamente, me decía a mí mismo que la dupla Caballo + Dama combina muy bien y que el rey negro estaría a la intemperie. Y ya está, eso es todo: el resto es silencio... Otros entienden el ajedrez de otra manera y quieren saberlo todo antes de actuar, lo que me lleva a preguntarme cómo pueden siquiera mover. Si contestaran que quieren saber al menos razonablemente, me gustaría saber a qué llaman ellos razonablemente...
            Así las cosas, 22.Txc6 y la primera sorpresa. Mi rival no toma inmediatamente, sino que amenaza mi dama con 22...Thf8 ¿Por qué no vi esta simple jugada? Creo que porque de alguna manera sabía que no me podían echar de la gran diagonal, estableciendo de paso una amenaza sobre c7. Ahora bien, la torre ya no se va a encontrar en a8. Mi combinación no era rectilínea (forzada, en otros términos). ¿Por qué se sostiene, sin embargo? Porque juzgué en su momento que las torres estaban atadas… y siguen estándolo. Por lo tanto, 23.Dg7 Y ahora ya sí 23...bxc6 24.Cxd4 Y llegamos al momento decisivo de la combinación. Hay que dar con la buena defensa y se produce uno de esos casos llamados de la torre equivocada. En efecto, mi rival hace 24...Tde8? Era mejor 24...Tfe8 25.Cxc6+ Rc8 26.Ta1, cumpliéndose maravillosamente mi desmañado plan, 26…Dxc2 27.Cxd8 Txd8 28.Dxh7. Plan, por cierto, que sólo da ligerísima ventaja (de pasada añadiremos que 28.Txa6??, una de las ideas primeras, falla porque hay mate en tres para las negras: 28...Dd1+ 29.Rh2 Dh5+ 30.Rg1 Td1#). Pero, claro, todo esto es muy complicado y al encontrarme con que mi doble de caballo ya no lo era y que mi torre no podría ir a a1, porque perdería el peón de c2, atacando el caballo de c6, no tuve la flexibilidad suficiente para replantearme la combinación, olvidándome de aquello que dice Dvoretsky, a saber: que las buenas jugadas se sobreponen a las intenciones de los jugadores. Así las cosas hice aquello que estimaba que me daría las tablas 25.Txe8+??, relegando a un mundo posible 25.Ce6, que contemplé durante un momento para refutarla con 25…Da5, no viendo la maravillosa 26.Te5! con ventaja decisiva. Creo que el hecho de no verla, al margen de mi natural torpeza, tiene relación con que esa posibilidad no estuvo nunca en mis consideraciones previas. En fin, no he de olvidarme de que la flexibilidad mencionada hace referencia a las jugadas, no a las intenciones. El ajedrez es muy agradecido con las buenas jugadas. Cuando Dios cierra una puerta abre una ventana. 25...Txe8= 26.Dd7 Da1+ 27.Rh2 De1 28.Cxc6+ 28.Rb7 29.Ca5+ Rb8 30.Cc6+ Rb7. En fin, tras la captura de la torre las tablas son tan evidentes como múltiples, hasta el punto de no saber si las tengo yo o las tiene mi rival.
            En cuanto al segundo ejemplo, las cosas son un poco distintas. Mi rival era en esta ocasión Francisco González García (1892 Fide), una auténtica fuerza de la naturaleza, con un ajedrez muy sano, a mi juicio. Estamos en la quinta ronda y ambos llevamos tres puntos, en mi caso, sin perder aún ninguna partida. Como dije antes, dejaré de lado la discusión de apertura (B 86, ataque Sozin contra la siciliana), discusión por cierto que empezamos en la pasada liga, con resultado favorable para mi rival. En lontananza se adivina un tercer asalto…
            Así fue la partida:
1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ac4 e6 7.Ab3 Ae7 8.0–0 0–0 9.Ae3 Dc7 10.a4 Cc6 11.Cxc6bxc6 12.a5 d5 13.Ab6 Db8 14.Df3 Ab4 15.exd5 cxd5 16.Ta4 Ad6 17.Th4 Ab7 18.Dh3 Dc8 19.Td1 Ae7 20.Ad4 h6, llegándose a la posición del diagrama.
 
Posición después de 20..., h6
            Igualdad de material. Tres piezas negras defienden el enroque negro y otras tres blancas lo están atacando, en posiciones muy agresivas. Una torre blanca puede incorporarse al ataque por la tercera fila, pero la dama negra sólo necesita un avance de peón para acudir al rescate de su rey por las casillas blancas. Sin embargo, el alfil y caballo blancos están atados controlando d5 y no se puede esperar demasiado de ellos por el momento, así como tampoco de la torre negra de a8 y del alfil de b7. Es como si el tablero estuviera partido por la mitad, dejando en fuera de juego algunas piezas, las del flanco de dama. En cuanto a la evaluación de la posición, se puede defender sin violencia conceptual que las blancas están mejor y que la sencilla 21.Dg3 es prometedora. El experimento de apertura había dado buen resultado. Sin embargo, las cosas se desarrollaron de otra manera:
21.Txh6 gxh6 22.Dxh6 e5 Única, y ahora hay que decidirse por retomar el peón o dar jaque con la dama en g5, o incluso incorporar la torre al ataque por d3. Opté por aquella que me era más fácil de manejar, es decir, aquella sobre la cual podía obtener cierta certeza. Así pues 23.Axe5 Si 23.Dg5+ Rh7 24.Dh4+ Rg6 25.Dg3+ y la llegada de la dama a g4 acaba con mis chances, incluso si entre medias hemos capturado el peón de e5 con el alfil. En cuanto a la complicada 23.Td3, la defensa negra pasa 23...exd4  24.Tg3+ Cg4 25.Dh5 dxc3 26.Txg4+ Dxg4 27.Dxg4+ Rh7 (o Rh8), con igualdad, porque no parece que el rey negro deba intentar escaparse por f6 23...Df5 Única otra vez 24.Td3 Cualquier otra jugada involucra cambiar la dama en g6, cosa a la que no estaba dispuesto.  24...Dxe5 ¡Alivio! Mientras esperaba la jugada de mi rival, descubrí asombrado que 24...Dxf2+ 25.Rxf2 Cg4+ acabaría conmigo, lo que hizo que me lamentara por no haber jaqueado en g5. Sin embargo, en el post mortem descubrí que 24...Dxf2+ no era buena por un sorprendente recurso táctico que se da a continuación. En efecto, tras 25.Rxf2 Cg4+ 26.Re1 Cxh6 27.Tg3+ y amenazo con barrer la séptima fila (27...Rh7 28.Tg7+ Rh8 29.Txf7+), por lo que el negro ha de soltar lastre tarde o temprano con 27...Cg4 y ventaja blanca 25.Tg3+ Dxg3 26.hxg3 Tad8 Esta jugada fue duramente criticada por los curiosos, que entendían que había que mover la otra torre para habilitar f8 para el rey, por ejemplo a c8. En cualquier caso, la partida se hubiera complicado extraordinariamente, con una absoluta descompensación de material. Por otra parte, si 26...Tae8 27.Dg5+ Rh8 28.Dh6+ Ch7 29.Axd5 (29.Cxd5 Ag5 30.Db6 Te1+ 31.Rh2 Axd5 32.Axd5 Rg7 33.g4) 27.Ce2 Absolutamente criticable. La idea de llevar el caballo a f5, parando en e4, no da nada. Era preferible 27.Dg5+ Rh7 28.De5 Tde8=  27...Td6 Demasiadas emociones para mi rival. Desestima 27...Ce4 28.Cd4 Td6 y tácitamente me exige que acabemos con la partida, que ya ha tenido bastante. Así lo entendí y así lo hice 28.Dg5+ Rh8 29.Dh4+ Rg7 30.Dg5+ Me he escapado, me he escapado, decía después mi rival. La verdad es que yo podría decir lo mismo.
 
Francisco J. Fernández

miércoles, 21 de agosto de 2013

Problemas de Ajedrez: Aaron Nimzowitsch - Simon Alapin, Vilnius, 1912

Blancas juegan y ganan. Nimzowitsch-Alapin, 1912
En el diagrama podemos ver la posición que se produjo en la partida Nimzowitsch-Alapin, Vilnius, 1912. Las negras acaban de jugar 13..., Cc6, ahora las blancas, que han sacrificado una pieza a cambio de una importante ventaja de desarrollo, disponen de una bonita combinación que les asegura la victoria.

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viernes, 16 de agosto de 2013

Problemas de Ajedrez: Edward Lasker - Kurt Moll. Chicago, 1912

Blancas juegan y ganan.

Blancas juegan y ganan.

  En el diagrama podemos ver la posición que se produjo en la partida Lasker-Moll, Chicago, 1912. Ahora Lasker jugó 1.f4 y terminó perdiendo, sin embargo, existe una bonita continuación que le otorgaba la victoria a las blancas.
 
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viernes, 9 de agosto de 2013

Harutian, William - Fernández Checa, Manuel

    Durante el pasado Campeonato de España sub 10, celebrado en Salobreña (Granada), mi buen amigo José Manuel Villar y yo mismo acompañamos al joven jiennense Manuel Fernández Checa (nueve años, año 2004). El resultado final fue insatisfactorio (3,5 de 9), perdiendo las tres últimas partidas. Se estancó en la sexta ronda después de haber liquidado a su adversario en 17 jugadas, fruto de una preparación casera. Hay victorias contraproducentes, desde luego. El entrenamiento de un niño tan pequeño es asunto difícil y en cierto sentido nuestra falta de experiencia en estas lides se hizo notar. Por otra parte, el nivel de estos pequeños jugadores es notable y muchos de ellos atesoran ya mucha experiencia, sin contar con que la mayoría cuentan con entrenadores y monitores más o menos profesionales. En cierto sentido, y con independencia de lo que el torneo haya dejado como poso en Manuel, ha sido una escuela de aprendizaje para nosotros. Por otro lado, Manuel es un niño con mucha personalidad, con instinto de ataque y muy combinativo, pero que adolece de graves deficiencias posicionales, cosa que hasta cierto punto es natural, pero que se ven incrementadas más de lo normal porque su estilo de juego es bastante unilateral y arriesgado, de tal manera que cualquier imprecisión táctica arruina sus delicadas posiciones. En cierto sentido, es como si jugara un ajedrez demasiado complicado para la edad que tiene. Respetar su estilo de juego es por lo tanto algo que parece necesario, pues francamente disfruta con el mismo. Corregirlo sin desvirtuarlo (obligándole a jugar pasivo o a construir castillitos, cosa muy común entre los niños, probablemente por influencia de sus entrenadores) es la tarea.
    La partida que traigo a colación fue la de la cuarta ronda. Llevaba en ese momento dos de tres, tras haber desaprovechado su mejor posición en la primera partida. Ganó las dos siguientes y le tocaba enfrentarse al Campeón de Cataluña sub 10 (William Harutian, 1517 FIDE, año 2003), el cual había barrido a sus rivales en ese torneo con 8 de 9, perdiendo solamente la última partida. La verdad es que no dábamos un duro por el pobre Manu, pero repasamos algunas variantes de la francesa (no precisamente la que se jugó, a la que dedicamos poco tiempo) y nos encomendamos a Santa Teresa, patrona de los ajedrecistas. Además, era la primera vez que podríamos seguir por internet el desenvolvimiento de la partida. Allí que nos instalamos y, a pesar de algunos problemas con la conexión, que nos impidió seguir en vivo los primeros movimientos, nos dispusimos a sufrir y disfrutar del juego de los niños.

Start positionPrevious MoveNext MoveEnd positionPlay movesStop playing
1. e4 e6 2. d4 d5 3. exd5 exd5 4. Bd3 Nf6 5. Ne2 Supongo que esta jugada tuvo que sorprender a Manu, pues no es la más habitual. Involucra ciertas sutilezas: el plan es provocar Ag4 y tras f3, completar el desarrollo, enroque largo y avanzar los peones del flanco de rey 5...  Nc6 jugada que al menos no estropea nada y que tiene la virtud añadida de pasar el testigo al blanco, que está deseando que le hagan Ag4. Por otro lado, obliga a hacer c3 o a3 por la amenaza Cb4, debilitando el potencial enroque largo 6. c3 Bd6 7. O-O Esto parece una concesión de las blancas respecto del plan original 7...  O-O 8. Bg5 arece mejor Af4 8...  Be7 Creo que para esta jugada no tenemos un signo específico de evaluación. La razón es la siguiente, y de ello nos enteraríamos después. Al parecer, Manu cogió el alfil de d6 y lo llevó a g4, cometiendo una jugada ilegal. Ante la reclamación de su rival, no tuvo más remedio que llevarlo a e7. Se le podía haber ocurrido sin embargo sacrificar en h7(!?), para después hacer Cg4+, ganando un peón 9. Qc2 h6 Uno de los defectos de Manu es que apenas juega con los peones, a no ser que esté obligado, como es el caso. En la mayor parte de sus partidas entra en el final con los peones a, b,c,f,g y h en sus casillas originales 10. Bh4 Bg4 La jugada que intentó hace dos 11. f3 Y la jugada que justificaba el Ce2 de inicio, aunque quizá ya no sea lo mejor 11...  Be6 12. Nf4 Parece que empieza el ataque 12...  Qd7 13. Nd2 Mejor que 13. CxAe6-fxCe6, para lo cual siempre hay tiempo 13...  Bd6 Otra vez moviendo ese alfil de casillas negras: en esta ocasión, ello requiere algo de cálculo, pero es una jugada nada fácil y probablemente la mejor 14. Bxf6 Era mejor 14.CxAe6, fxCe6, con ligera ventaja blanca, porque el peón retrasado de e6 es una molestia y las casillas blancas del enroque negro sondébiles 14...  Bxf4 Bien 15. Bh4 Qd6 Creando una amenaza 16. h3 Que da como resultado que las casillas negras del enroque blanco se han vuelto débiles 16...  Be3+ Un jaque que no parece la jugada más sutil, pero Manu quiere meter su dama en g3. El caballo de c6 se ha quedado inactivo, Ce7 es a tener en cuenta. 17. Bf2 Justificando la jugada anterior, pero después de todo quizá sea lo mejor 17...  Bxf2+ 18. Rxf2 Qg3 Juego directo. La dama presiona sobre la posición blanca, pero nada más. Tal vez Df4, con la misma idea o la sencilla Tae8, como más tarde se hará 19. Nf1 Qg5 Poco ha durado esa presión. La verdad es que aquí entendíamos que la posición le iba a resultar muy de difícil de manejar al chiquillo. Se avecina f4 y hay pocas casillas. De ahí que hubiera sido preferible otra vez Df4, pero, claro, a ver quién le convence de que no siga amenazando ganar el peón de h3. Villar se temía lo peor 20. f4 Efectivamente 20...  Qf6 Nos gustó esa jugada; trasluce valentía, pero el espacio se agota y Manu tiende a bloquearse cuando no hay aire en el tablero 21. Re1 Rae8 Hay que luchar por la columna, como es típico de la variante del cambio 22. Rfe2? Pero no a costa de un peón. Harutian ha estropeado su bonita posición. Bastaba con Ce3, con ventaja blanca, incluso f5 22...  Qxf4 El negro tiene ventaja. El ataque ha perdido mordiente, pero lo que nos hacía concebir mayores esperanzas es que la naturaleza del juego consistía en un juego libre de piezas, es decir, allí donde Manu es más fuerte y se siente más cómodo 23. Nh2 Qg5 Otra vez sobre la columna g. Quizá fuera el momento de considerar que hay peones sobre el tablero y hacer un a6, por ejemplo 24. Nf3 Qg3 Pero nada, no me voy de mi columna, cosa que en este momento no puede ser criticado 25. a4 Interesante concepto. EL blanco renuncia a su ataque y se vuelve sobre su flanco de dama 25...  Re7 Ni caso: hay que preparar esa combinación que se adivina en lontananza 26. b4 Coherencia, como mínimo 26...  Rfe8 Coherencia relativa: ?por qué habría que prevenir b5? 27. b5 !Pues toma! Soltamos la casilla e5 27...  Na5 Pero, ?acaso no es Manu feliz si lo que tiene que mover es una pieza hacia adelante, aun cuando sea un caballo y a la banda?: !Tarrasch! !Ayuda! ?Cómo decirle que el caballo tiene que ir a b8 para después, desde d7, controlar e5 28. Qd2 Jugada que no acabo de entender, tal vez quisiera especular con la desprotección del caballo. Ce5 es lo más lógico 28...  Nb3 ?Y por qué no amenazar la dama? Siempre está bien. En este momento aparece la jugada 28...c5!?, ciertamente difícil. Si 29.dxc5, entonces Cb3, recuperando el peón y posición de dominación. Y si el negro se empeña en proteger el peón de c5 con 30. De3, entonces 30...Axh3 31.Ce5, DxDe3 32.TxDe3, Cxc5 33.gxAh3, CxAd3 34.TxCd3, TxCe5 y el negro tiene dos sanos peones de ventaja, aunque parece claro que la variante superaría las capacidades de los jugadores 29. Qc2 Na5 Por un momento pensé que Manu perseguía las tablas por repetición 30. Qa2 Es mejor llevar la dama a d2, como antes y con igualdad 30...  Nb3? !Pero qué poco conozco a mi hijo! Ya se ha aburrido de especular y quiere ver qué pasa con su combinación. Valiente, no, temerario. Era interesante 30...Dd6, con idea de c5, pero esta clase de planes no van con Manu 31. Qxb3 Naturalmente 31...  Bxh3 !Pues claro! Pero a nosotros nos iba a dar un síncope 32. Qc2? ( Era mejor 32. Qxd5 y el ataque negro no da nada. Si 32... Bxg2 33. Rxg2 Rxe1+ 34. Bf1 Qf4 35. Nxe1 Rxe1 y ventaja decisiva blanca, por la posición activa de la dama blanca ) 32...  Bxg2! Teníamos serias dudas de que diera con la buena, pero tardó un microsegundo. Si hay que ser un pato, al menos que sea un pato gordo 33. Rxg2 Rxe1+ Admirable sangre fría, la verdad 34. Nxe1 Rxe1+ 35. Bf1 Qe3+ Mientras calculábamos lo que podría pasar tras Df2, apareció en la pantalla el signo de las tablas. En efecto, la posición está igualada. Respiramos satisfechos y con el corazón sobresaltado corrimos hasta la sala de juego para felicitar al muchacho. Emociones así no se viven todos los días. En fin, lo que vino después es ya otra historia. 1/2-1/2

martes, 6 de agosto de 2013

Problemas de Ajedrez: Ullrich-Spentler, Berlin 1948

Blancas juegan y hacen tablas.

  En el diagrama podemos ver la posición que se produjo en la partida Ullrich-Spentler, Berlin, 1948. En ella el blanco, a quien le corresponde jugar, posee una importante ventaja de material pero su Dama está atacada y no puede moverse por la amenaza de mate en g2. A pesar de ello Ullrich consiguió salvar la partida.

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