martes, 19 de marzo de 2013

El Dr. House juega al ajedrez

Gracias a la insistencia y entusiasmo de mi hermano Marcos, he descubierto la serie House durante este último año. Vencida mi reluctancia inicial ante cualquier cosa que echen por la tele, he de reconocer que mi hermano, después de todo, tenía razón: merece la pena. De hecho, él fue quien me señaló algunas curiosas relaciones: las semejanzas que se dan entre los personajes de House y Sherlock Holmes, el detective de Conan Doyle. Efectivamente, son muchas, desde sus adicciones a ciertas sustancias, hasta su pasión por la música o el nombre de su mejor amigo (Wilson-Watson, respectivamente) o su misantropía, entre otras. Habría que añadir a todo ello su común afición por el ajedrez (en este sentido recomiendo el libro de Raymond Smullyan, Juegos y problemas de ajedrez para Sherlock Holmes, Barcelona, Gedisa, trad. de E. B. Casals, 1986). Veamos hasta qué punto el doctor House es ducho en el juego.


La forma en que pretendo averiguarlo pasa por analizar el capítulo de la temporada tres (parece que se rodó en abril del 2007) titulado "El cabrón" (The Jerk), dirigido por Daniel Sackheim y guión de Leonard Dick, donde un adolescente especialmente odioso sufre un repentino ataque de rabia durante un torneo de ajedrez rápido, lo que le lleva a agredir a su desdichado rival. A partir de ese momento, el equipo del doctor House, interpretado por el genial Hugh Laurie, se encarga de descubrir el origen de las diferentes dolencias que aquejan al ajedrecista. Evidentemente, no nos interesarán demasiado las pesquisas médicas ni el rigor de los razonamientos que avalan este o aquel diagnóstico (aún no he podido consultar el libro del colectivo italiano Blityri, La filosofia del Dr. House, donde imagino que se analizarán estas cuestiones metodológicas al tiempo que las consideraciones éticas que se desprenden de la práctica, verdaderamente admirable, de este singular médico). Nos interesarán más bien las referencias ajedrecísticas que en el capítulo se hacen así como, ahora sí, el rigor con que el ajedrez como tal ha sido tratado. De hecho, y por no extenderme demasiado, me concentraré exclusivamente en la partida que House juega con el doliente muchacho. La excusa médica consiste en elevar la excitación del paciente para confirmar o desmentir determinado síndrome sobre el que se tienen sospechas, cosa que House pretende conseguir sometiendo al chico a la tensión propia de una partida de ajedrez. Ante la negativa de éste, House lo increpa con el objeto de comprometerlo en la lucha que se avecina. Lleva el tablero en un carrito hasta la cama del paciente, reloj analógico incluido, le inyecta lo que parece ser un estimulante y le da a elegir el color ofreciéndole ambas manos cerradas con los respectivos peones dentro. "Blancas, que se joda el cojo", dice el canalla del niño. House se conforma, sitúa el reloj a su izquierda (lo que parece ser una concesión a las necesidades del rodaje, pues es diestro, aunque utiliza la siniestra en un primer momento) y empieza una partida de Blitz a 5 minutos.


Antes de darla, sin embargo, he de reconocer que la reconstrucción de la misma me ha costado algo más de lo que supuse que me resultaría en un principio y, por tanto, es posible que se haya deslizado alguna transposición, dado que los planos están cortados y la secuencia no transcurre en tiempo real, pero, en fin, creo que el resultado es en resumidas cuentas óptimo en su conjunto. En fin, pondré un asterisco a las jugadas que han sido reconstruidas por razonamiento, pero de las que no se tiene experiencia directa del momento en que se hicieron.


A03 Apertura Bird
1.f4-c5 2.Cf3 (House comenta: "Apertura Bird:estrategia pasiva, signo de cobardía") -d5 (la replica del muchacho no se deja esperar: "Defensa siciliana, signo de idiotez", lo que parece un poco aventurado, dado que, aunque se podría haber entrado en una siciliana con 2.f4, al hacer 2...d5, tras 2.Cf3, House adopta un esquema completamente distinto)



3.e3-*Cf6 4.*b3-*e6 5.Aa3N (en la literatura ajedrecística compruebo que antes se había jugado 5.Ab2, que es más natural, así lo hizo Mackenzie contra Lipschuetz en New York, 1886, durante la época de mayor esplendor de la apertura)-Ad6 6.Ab5+-Cc6 7.Cc3-*0-0 8.*Ae2 (aquí me asaltan las dudas, pues en la escena siguiente se comprueba cómo este alfil va a la casilla e2; por otro lado, no se entiende demasiado bien esta jugada, parece preferible enrocarse o incluso Ce5)-e5 (con este movimiento se llega al momento más complicado de seguir, pues, como ya hemos dicho, a continuación se ve cómo el alfil retrocede, pero resulta que hay ya un peón en e5, así que no queda más remedio que suponer la siguiente jugada: no obstante, quizá fuera mejor intentar otra ruptura, es decir, 8...d4 9.Cb5, con ventaja negra) 9.*fxe5-Cxe5 10.*Tb1(la reconstrucción de esta jugada parece inevitable, pero aquí el blanco deja pasar la oportunidad de ensayar 10.CxCe5-AxCe5 11.Axc5-Te8, con ligera ventaja negra, pero con una partida más tranquila)-Ce4 11.*Cxd5-CxCf3+ 12.AxCf3-Dh4+ (también valía la más sutil 12...Ag4! 13.c4-Dh4+ 14.Re2-f5=) 13.g3=-Axg3+ 14.hxAg3-Dxg3+ 15.Re2 (en este momento los realizadores se recrean con la cara de disgusto del chico)-Cg5? (pero House se equivoca después de ello, debería haber intentado 15...Td8 16.De1-TxCd5 17.AxCe4-Ag4+ 18.Rf1-Ah3+ 19.TxAh3-DxTh3 20.Ag2-Tf5+ 21.Rg1-Tg5=) 16.Df1 (tras mover, el chico hace como el gesto de parar el reloj, sonriendo sardónicamente ante la sorpresa de House: "¿Te importa tirar el rey? (Care to lay down your king?)", justificando su petición con la siguiente variante: "me inmovilizas la reina (you can pin my queen), caballo a e7, Rh8, sacrifico la torre, el rey captura el peón, el alfil bloquea y reina a h5, jaque mate". La expresión de House revela comprensión de la variante, es decir, algo como 16...CxAf3?? 17.DxCf3-Ag4 18.Ce7+-Rh8 19.Txh7!-RxTh7 20.Th1+ (esto no se menciona)-Ah3 (aunque también podría ser 20...Ah5) 21.Dh5#. A continuación, el chico sufre el esperado ataque mientras House se levanta pensando en lo que ha pasado. Curiosamente, antes de salir de la habitación, vuelve a mirar el tablero y comprobamos estupefactos que la torre ya está en h7 dando jaque, inclinando el rey House y reconociendo la derrota. Todo lo cual puede significar que se rodó la secuencia hasta la jugada 19ª y luego se decidió que era más elegante dejarla en la jugada 16ª. De hecho, es mucho más razonable, dado que a partir de entonces House se va a dedicar a analizar sin descanso la partida mientras intenta por otro lado curar al chico. Al final del episodio, la forma en que el muchacho cogía las piezas va a ser determinante en el diagnóstico acertado, pues resulta sufrir acumulación de hierro en las articulaciones (hemocromatosis), lo que le impedía efectivamente doblar los dedos al mover las piezas. Una vez comunicada al paciente la naturaleza de su dolencia, House le hace saber con cierto orgullo que no hubiera seguido la variante con que le embaucó:"no te habría comido el alfil (I wouldn´t have taken the bishop), habría movido la reina a d6 para evitarlo y luego la torre a e8 atacando el peón de rey, cambiando por calidad (?) y ganándote" (I´d have lost the exchange but won the game, aunque no estoy completamente seguro de que diga eso exactamente). El chico le da la razón (?) y reconoce que todo fue un farol (o una tontiastucia, en otras palabras). Ahora bien, la variante mencionada por House es, además de dudosa, difícil de comprender. En efecto, por algunas escenas en que le vemos analizando, está contemplando la siguiente posibilidad, algo así como 16...Dd6 17.Cf4? (es mejor 17.Ab2, con ventaja decisiva blanca)-Te8? (es mejor otra vez 17...Da6+, consiguiendo igualar). Su comentario no permite ser más concretos, pero parece claramente incorrecto. No obstante, lo que hay que decir a continuación es que el error no sólo se produciría con la dichosa toma del alfil (el menor de los males era 16...Ag4 17.AxAg4-DxAg4+ 18.Re1-Tad8, con ventaja decisiva blanca), sino que se había cometido una jugada antes, cuando House lleva su caballo a g5. Aquí las negras están ya perdidas y, por tanto, el recurso que se han sacado de la manga los guionistas (parece que el responsable de la elaboración de la partida es un tal Matt Lewis, del que no he podido averiguar nada) para salvar el honor intelectual de House está traído por los pelos. Supongo que los guionistas quisieron una partida con algunos jaques dramáticos, pero donde hubiera una posibilidad escondida de salvación. La tarea resultó demasiado ardua para quien elaboró la partida y patinó en el momento de la refutación de la variante, haciendo que la partida continuara una jugada más de la debida, pues era la única manera de que el blanco pudiera realizar la no tan farolera combinación.


Se comprueba pues una vez más lo delicado que es el ajedrez, lo difícil que resulta su transplante (en este caso cinematográfico y en otros literario), como si fuera incapaz de arraigar en otros terrenos, dada la estricta urdimbre con que teje su desenvolvimiento. Al parecer, Hugh Laurie jugó mucho al ajedrez cuando era veinteañero (cfr. "Anatomía de un episodio, "El cabrón", documental sobre la realización del capítulo en cuestión, Universal Studios, 2007). Quizá debería haber tomado ejemplo del gran Humphrey Bogart, pues el análisis que hace éste en la película Casablanca de una posición del gambito Chatard-Alekhine contra la defensa francesa es bastante más riguroso. Pero, en fin, como dice el propio House, todo el mundo miente.


Francisco J. Fernández

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